domingo, 24 de octubre de 2010

Supermodelos listas para remecer las fiestas de Halloween

Maricris Rubio, Jazmín Pinedo, Jamila Dahabreh y Elody Gamarra no necesitan volar o hacerse invisibles para dominar con sus poderes


De la Mujer Maravilla a Súper Chica, pasando por Batichica y la versión femenina de Robin. Viéndolas, uno se convence de que Maricris Rubio, Jazmín Pinedo, Jamila Dahabreh y Elody Gamarra no necesitan volar por los aires o hacerse invisibles para dominarnos con sus poderes. Podrán vestir ropas de historieta, y la vista lo agradece, pero en la realidad estas cuatro modelos son ellas mismas las vencedoras de carne y hueso.

Felina cósmica
De su infancia trujillana, Maricris Rubio, evoca la velocidad. Tranco ligero con el que se hizo un nombre en el atletismo del norte, y con el que entrecerraba los ojos, alucinando surcar el tiempo. Rubia furiosa, era Cheetara en su loca y acelerada fantasía, vengadora felina de la que huían esos espíritus salvajes del cosmos, desavisados de sus poderes. Hoy que piensa en aquel tiempo feliz, sabe que aún sigue siendo la invencible de las pistas, la imbatible conquistadora del cronos.

Con ocho años de carrera, está consolidada como una de las mejores modelos del Perú. Ha logrado trascender la impronta en las pasarelas y los estudios de fotografía, instalándose graciosamente en los sets de televisión. Eso, sumado a sus largas temporadas en el extranjero, confirma su condición de inalcanzable. Excelente trajinar que, sin embargo, no ha menguado en nada la soltura de sus metas: “la televisión me sirve para aprender, pero más disfruto modelando”, confirma.

Ahora, como Mujer Maravilla, Maricris reconoce que le gustaría volar. Porque en lo más profundo de su ser sigue siendo felina inalcanzable. Dorada beldad, cazadora indomable del espacio.

Hija de Crypton
Jamila Dahabreh tiene desde hace un par de semanas un programa de televisión que conduce al lado de la siempre adorable Andrea Luna. Todo es moda se transmite los sábados a las 5 de la tarde y se dedica a informar a la humanidad de cuanto desfile se realiza en Lima y alrededores, al tiempo que alerta sobre alguna que otra novedad relevante en esas ciencias exactas que resultan ser el vestirse bien. Jamila es diseñadora de modas, grado de instrucción que acaba de obtener del Centro de Altos Estudios, y del que emana su otro proyecto, una línea de vestir propia en la cual tratará de volcar todo lo aprendido. La vocación en su caso le viene de familia, puesto que su padre mantenía una marca de confección para caballeros llamada Kadosh. Ascendencia árabe, la fascinación por las prendas y el estilo, todo unido por una férrea tesón.

Y aunque descubrió su vocación de modelo, vanidosa, frente a los muchos espejos en casa de su abuela, Jamila confiesa que le gustaría volverse invisible de ser una heroína con súper poderes.

China Maravilla
No necesita de capas para alcanzar lo que quiere. Jazmín Pinedo a los 20 años es una mujer económicamente independiente, emocionalmente estable, deliberadamente autónoma y prometedoramente profesional. Un equilibrio que pocos podrían haber aventurado hace cosas de tres años, cuando la muchacha en los sonrojos de su timidez adolescente se veía más como veterinaria que como diosa imprescindible del modelaje capitalino. Pero la descubrieron en el Miss Tusán, adonde llegó por razón y gloria de su doble ascendencia oriental: Jazmín Tatiana Pinedo Chau combina sabiamente dos cimas del exotismo, la de la montaña amazónica y la del milenario imperio chino.

El resto ha sido un avasallar de acontecimientos que tienen que ver con el Miss Teen Perú 2008 y la reticencia vencida de don Teódulo Pinedo, su padre, por lo demás, comandante de la Policía Nacional. “Al principio le costó acostumbrarse a la idea, pero ha ido aprendiendo a respetar mis decisiones”, confirma. Sus planes contemplan la posibilidad de mantenerse en el modelaje mientras duren sus estudios de publicidad en el IPP, que ella solventa. Una vez obtenida la graduación académica, lo suyo será mantener cuentas de grandes corporaciones interesadas en instalarse en el subconsciente colectivo. No hay intenciones de ingresar al campo del canto o de la actuación. La verdadera conquista de su vida esta en cada paso que da.

Moda gótica
Del mismo modo en el que la sangre de Elody Gamarra Mirochnik combina los torrentes genéticos de la raza ayacuchana y el vigor de la patria ucraniana, también alterna el aprendizaje del pole dance y la disciplina del muay thai, arte marcial con catana fija. Sublime fiereza que tiene que ver con su formación de bailarina de ballet clásico que por esos avatares de la vida derivó en una carrera de diseño de interiores que en la actualidad sigue en la Toulouse Lautrec de Chacarilla.

Se apresta a participar en el Hawaiian Tropic que en noviembre se realiza en Cancún. Y luego, los planes de la muchacha van por capacitarse lo debidamente necesario para poder medir talentos en las contiendas que se realizarán en el Sudamericano de Pole Dance de Buenos Aires en febrero del próximo año.

Dependiendo de esas dos competiciones es que Elody condiciona el lanzamiento de su nuevo anhelo: una línea de lencería que, según dice, habrá de revolucionar el mercado. Una práctica que en su caso es cosa de todos los días.

Fuente: El Comercio

No hay comentarios:

Publicar un comentario