martes, 25 de enero de 2011

Federer y Djokovic, a semifinales

MELBOURNE -- El vigente campeón, Roger Federer se encontró con el partido más fácil hasta el momento, en el duelo suizo ante Stanislas Wawrinka que le aseguró, por séptimo año consecutivo, su presencia en las semifinales del Abierto de Australia. Su rival será el serbio C, vencedor del checo Tomas Berdych.



Federer se impuso por 6-1, 6-3 y 6-3 en una hora y 47 minutos de juego ante su compatriota, que fue el enemigo más frágil que el número dos del mundo tuvo en el torneo. Wawrinka nunca inquietó su servicio, nunca fue suyo. Solo dispuso de una opción en todo el partido. Que no aprovechó. Su resistencia fue menor que la del español Tommy Robredo y, sobre todo, que la del francés Gilles Simon. Solventó la eventualidad en una hora y cuarenta y siente minutos.


Necesitaba Federer un choque de trámite después de los sobresaltos que ha padecido en la primera semana. Lo encontró ante un adversario resignado a su condición de número dos de Suiza, a las sombras del relumbrón que genera permanentemente su paisano.

Desperdició Wawrinka la ocasión de deshacerse del complejo. Solo ha podido una de las siete veces que ha jugado con el vigente campeón. Fue en tierra hace dos años.

El primer duelo entre suizos en los cuartos de final de un Grand Slam no tuvo color. Wawrinka, que afrontó con nueve victorias consecutivas en el 2011 el partido de cuartos, cita que supone su mejor registro en un Major, asumió su suerte casi antes de saltar a la Rod Laver arena.

"Hice un buen partido. Empecé muy bien. Wawrinka era un rival duro que le había ganado a jugadores como Gael Monfils o el estadounidense Andy Roddick. Pero tampoco fue un partido fácil para él. Yo tengo más experiencia. He estado aquí muchas veces y estoy hecho a la presión", dijo el suizo.

La 28° seguida en un Grand Slam de Federer, registro que supera el marcado por el estadounidense Jimmy Connors, mantiene su impecable trayectoria desde la Copa Masters de Londres. Ganó entonces dicho certamen y hace tres semanas triunfó en Doha.

Federer apenas tuvo una bola de quiebre en contra, ganó todos sus 13 games con el saque y registró un 77% de efectividad con el primer servicio, al demoler a su compañero del equipo de dobles que ganó el oro olímpico en Beijing 2008.

El trámite duró una hora y 47 minutos y el ex rey de la ATP dominó en todas las facetas del juego a su querido colega.

Federer trata de revalidar el título y de paso evitar que Rafael Nadal ostente los títulos de las cuatro grandes citas seguidos, algo que nadie logró desde el genial australiano Rod Laver en 1969. La diferencia es que, en este caso, sería en dos años calendarios y no en uno solo.

Nadal se mide el miércoles con su compatriota David Ferrer por la ronda de cuartos, mientras que el británico Andy Murray lo hace frente al ucraniano Alexandr Dolgopolov en el otro duelo.

Federer afirmó que aún se pone a pensar en una eventual final con Nadal. "Es normal seguir a Rafa porque busca algo particularmente especial", dijo. "Por ahora no estoy enfocado en jugar ante él en las finales. Todavía tiene que ganar algunos partidos ante jugadores muy fuertes. Yo mismo estoy bastante ocupado... Todavía no he llegado ahí", agregó.

El serbio Novak Djokovic, tercer favorito, regresó a las semifinales del Abierto de Australia, a las que faltó en los dos últimos años, tras superar al checo Tomas Berdych, impresionado por el escenario y el rival, que cayó por 6-1, 7-6 (7-5) y 6-1 en hora y media.

El campeón de 2008 transita con paso firme por el primer Grand Slam del curso. Amenaza ahora al suizo Roger Federer, vigente campeón, próximo adversario del serbio en el Melbourne Park.

Djokovic no ha cedido set alguno durante el torneo y tiene entre ceja y ceja ampliar su relación de Major, limitada hasta ahora a la citada conquista, cuando ganó en la final al francés Jo-Wilfried Tsonga.

A Berdych, para quien los cuartos de final ha sido su mejor registro en este torneo, le tembló el pulso en los momentos importantes. Tras ser arrollado en el primer parcial por el tenista serbio, se situó con 4-1 en el segundo. Bajó su nivel y Djokovic, que requirió a su equipo un colirio para paliar unos problemas de visión, acentuó la presión para enmendar la pérdida de su saque y reconducir el partido.

El finalista del último Wimbledon fue incapaz de sobreponerse a la losa de dos sets en contra. Pidió la presencia del médico de pista para enmendar unas molestias en el tobillo derecho y regresó a la pista resignado a asumir su suerte.

Djokovic, que enfila con determinación su carrera hacia el título, amenaza ahora el dominio de Federer.

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