La supuesta maniobra ocurrió luego de que Brand Sense convirtió a Britney en un producto sólido, de acuerdo a la demanda.
Los papeles se introdujeron ayer en la corte superior de Los Ángeles, y alegan que Spears se asoció con Brand Sense en el 2003 para conversar sobre posibles oportunidades de licencias. Al año siguiente la compañía trajo a Elizabeth Arden a la mesa, para introducir a Britney en el mercado de las fragancias.
En el 2005, dice la demanda, el contrato fue modificado para asegurar que Brand Sense obtuviera el 35 por ciento de comisión por “cualquier producto en venta” que Britney desarrollara con la compañía, incluyendo la fragancia Radiance.
Además se indica que Britney contactó en secreto a Elizabeth Arden en 2010, y les indicó que todas las regalías correspondientes a las ganancias irían directo a ella. Más tarde cuando “fue descubierto en el acto,” Jamie Spears reconoció que había un acuerdo por el 35%, pero luego prosiguió a quejarse de que “esa comisión era demasiado alta y que Britney no quería pagarla”.
Y ¿adivinen qué? Sí pueden sacárselo en cara.
Brand Sense dice que recibió lo que le correspondía hasta febrero de 2011 cuando Britney negoció directamente con Elizabeth Arden la licencia. Pero los abogados en contra aseguran que el trato original sigue vigente y que el nuevo acuerdo con Arden es un “fraude,” que Brand Sense ha perdido al menos 10 millones de dólares por estos daños y quiere su debido porcentaje sobre cualquier perfume que Britney y Arden saquen a la venta.
Intentamos conversar con los representantes de Britney pero no han respondido nuestras llamadas.
Fuente: la.eonline.com
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