Foto: fayerwayer.com |
Su mano biológica está intacta a simple vista, pero no se trata de un capricho ni algún tipo de moda que quiera seguir el paciente, sino que su extremidad está “muerta”; inerte.
Sucede que hace diez años tuvo un accidente en motocicleta donde derrapó y se estrelló contra un poste del alumbrado público. En su hombro derecho sufrió una lesión al plexo braquial que dejó su brazo sin sensibilidad y movimiento. Posteriormente fue operado y se le puso músculos y tejido nervioso tomados de una de sus piernas, con lo que recuperó la movilidad hasta el antebrazo, pero no de la mano.
Ante ese panorama comenzó a barajar la poco convencional alternativa de la amputación voluntaria, para instalarse una mano robótica en su lugar. Tras las pruebas pertinentes, a través de un armado paralelo probó los movimientos de la nueva mano, y se decidió. La mano biónica está conectada al sistema nervioso mediante dos sensores ubicados sobre la piel del antebrazo, con lo que puede agarrar y pellizcar cosas.
La polémica entre el doctor Oskar Aszmann, que encabeza esta operación (y que ya realizó la primera de estas características el año pasado al paciente en la foto) y sus demás colegas, es que ellos postulan que los esfuerzos médicos debieran apuntar a la recuperación de la mano que físicamente seguía intacta. Pero “Milo” está contento con su decisión.
¿Éticamente incorrecto o funcionalmente acertado?
Ve aca el Video:
Fuente: fayerwayer.com
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